lunes, 31 de diciembre de 2012

Gigantes y Diminutos

Nada mejor que una mañana de lluvia para ponerse a escuchar. Quizás un poco de perfume a humedad de la tierra, a riachuelo que desemboca entre juncos y matorrales, a rastrojos chamuscados, a pulpo hirviendo en calderos de cobre brillantes, igual que un tesoro verdadero; atrapando los sentidos sólo por un rato.

Paseo y reconozco este pueblo un poco más viejo pero fiel, y eso me hace sonreir. Hay algo digno en sentirse confiado, en que los días se repitan tal y como esperamos, aunque, por dentro, el deseo de romper la monotonía sea tan fuerte como el mar abroncando el litoral pedregoso.

-No debe ser tan fiero-pensé-cuando sobreviven las cáscaras de los berberechos...

-Es una cuestión relativa-contestaron a mis pensamientos-un hombre no se salva de un temporal...

Mirando las nubes me pregunto si seremos los más pequeños de entre todos los gigantes del universo, esos a los que todavía nadie ha aplastado, descuidadamente, en mitad del camino.



2 comentarios:

  1. Sólo somos unos berberechos más...
    Feliz Año literario 2013.

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  2. Gracias Cornucopia... Para ti,
    Feliz Año de lectura 2013.

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