Me dijeron, escuché, que el ataud donde metieron al abuelo no es una caja de muertos... Dijeron que era un ascensor para subir al cielo.
Los ojos del niño que había junto a mí brillaron como teas. En un solo segundo se había imaginado el viaje que hacía el viejo a través de las estrellas.
A su lado yo era la estaca que lo sujetaba, rebosante de absurdas y tristes verdades. Llena de repugnantes certezas. Creo, me inventé que llorábamos también por eso.
Pudimos tenerlo todo.
Leo. Asimilo. Me deleito con las voces.
ResponderEliminarMe gusta el vídeo de Adele y tb cómo canta la niña Vazquez. Preciosa canción.
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