domingo, 6 de junio de 2010

Pensamientos extraños

La vida es, en sí misma, un esqueleto. Se aposentan sobre sus huesos las vicisitudes de los días, los sucesos, los hechos espontáneos; esa carne que cubre la existencia. Y el devenir de los proyectos, los objetivos, los plazos, los planes para el futuro formarían la piel, el pellejo del día a día.


Así ocurre que vivimos cara a cara con nuestras ilusiones de mañana pero somos incapaces de valorar nuestros escondidos huesos aunque ellos estén ahí, sosteniendo la techumbre, asegurando que no se nos caiga la montaña sobre la cabezota.
Los huesos. Esos a quienes queremos. Esos que nos quieren. Esos que siempre están ahí, sea como sea.

Existe esa parte inmutable a nuestro alrededor que, por alguna extraña razón, estamos convencidos de merecer siempre. Hagamos lo que hagamos.

Hasta que nos partimos un hueso, y el daño nos recuerda nuestra realidad.

3 comentarios:

  1. Cierto .Yo he decidido andar con un poco de cuidado ,creo que mis carreras van a hacer que me rompa algún hueso.

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  2. ¿Olvidamos lo que nos sostiene?. No, no es cierto, en realidad, nos acostumbramos a que no nos falle y sigamos en pie. Por eso solemos descuidar nuestra ración de calcio diaria.
    Un leve chasquido nos pone en guardia.

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  3. Deberías citar a los autores de las imágenes que utilizas. Esa foto es mía, no hay problema en usarla pero cita al autor.

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