Así ocurre que vivimos cara a cara con nuestras ilusiones de mañana pero somos incapaces de valorar nuestros escondidos huesos aunque ellos estén ahí, sosteniendo la techumbre, asegurando que no se nos caiga la montaña sobre la cabezota.
Existe esa parte inmutable a nuestro alrededor que, por alguna extraña razón, estamos convencidos de merecer siempre. Hagamos lo que hagamos.
Hasta que nos partimos un hueso, y el daño nos recuerda nuestra realidad.
Cierto .Yo he decidido andar con un poco de cuidado ,creo que mis carreras van a hacer que me rompa algún hueso.
ResponderEliminar¿Olvidamos lo que nos sostiene?. No, no es cierto, en realidad, nos acostumbramos a que no nos falle y sigamos en pie. Por eso solemos descuidar nuestra ración de calcio diaria.
ResponderEliminarUn leve chasquido nos pone en guardia.
Deberías citar a los autores de las imágenes que utilizas. Esa foto es mía, no hay problema en usarla pero cita al autor.
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