miércoles, 1 de diciembre de 2010

Terminé!

Me ha costado. Pues sí. Aunque ha sido rápido; nunca había hecho nada tan deprisa. Quiero decir acabando en el mismo mes del comienzo. Mucha mayúscula, menos complicaciones. Y te ahorras las descripciones (Stephen, qué pesado eres, esa tienda no lo merecía) y las narraciones (¿por qué contarlo si existe alguien que lo vive por ti?)...
Salieron solos. Y no es que no estuvieran antes aquí conmigo, que sí (a veces en overbooking; hasta la expresión es vertiginosa), pero duermen cada uno en su espacio, amontonados como catatónicos. Se van levantando cada vez que tiro de la cuerda y busco, entre las fichas, a quién reanimar del letargo de la no existencia.
Me ha quedado una extraña resaca literaria. Creo que algo se ha desoxidado entre los parietales. Tengo sueño (qué novedad...) y me cuesta subordinar (perdón, Mister "que")... ¿Hacemos las paces? Es que mi novela, la que empecé hace tres años, se ha puesto muy celosa. Pensaba que era su momento, que era la siguiente, que las últimas doce hojas de borrador no supondrían más que un último acelerón antes de añadir una portada decente. Le prometí que ella era la primera para mí... Pero la naturaleza hizo a los escritores mentirosos y traidores, menos mal.

El caso es que la he abandonado por otro... Y no siento remordimientos. Hasta estoy feliz.

Mi guión de cortometraje.

6 comentarios:

  1. Yo de Tarantino estaría buscando exteriores. ;)

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  2. ¡Enhorabuena! Espero encontrar pronto tu novela en la mesa de novedades de las librerías. Aunque, la mayor satisfacción, imagino, es haber puesto el punto y final.

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  3. Gracias por alegraros con mis cosas.

    Cornu, no llames a Tarantino que me estreso...

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  4. Ya que es tu primer guión de cortometraje, si quieres que le eche un vistazo, no te cortes, y envíamelo.

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  5. Uy, ahora sí que me he estresado...
    Muchas gracias.

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