miércoles, 27 de octubre de 2010

Quemando brujas

Hoy he recordado más de lo que acostumbro... En un momento del día, de repente, se ha producido un incidente, por fortuna nada grave, relacionado con un pequeño incendio doméstico. Presenciarlo tan de cerca me ha alterado pero una parte dentro de mi, una parte muy remota y desconocida, ha disfrutado con la perspectiva de una cocina en llamas. El fuego posee cierto carácter purificador en la naturaleza y un poder que traspasa lo cotidiano; despliega una fuerza salvaje, irracional, revolucionaria que nos arrastra hacia ese otro yo que sobrevive en nuestro interior. Suena novelesco pero es real, está ahí, como el pequeño reflejo hipnótico que produce siempre la llama de un mechero.
Recuerdo mi niñez como una cárcel. Nada me produce tantas sensaciones contradictorias como volver la vista sobre aquellos años, buenos pero malos, dulces pero horribles. La pequeña hoguera de hoy ha despertado un descontrol antiguo, olvidado, lleno de parches y recortes fotográficos, jirones de sitios y experiencias perdidas. Ha sido rápido pero contundente. Ha sido brutal.
Nada que lamentar. Ocurre que el impacto me ha removido por dentro y ahora es como si una serpiente buscase por ahí, entre mis secretos. ¿Será que soy la mayor sorpresa de mi vida?


8 comentarios:

  1. Recuerdo una infancia plácida e interminable. Y tardes experimentando con cajas de cerillas. Ningún accidente grave, salvo el típico fósforo ardiendo pegado a la yema mi dedo índice y algún muñeco de plástico condenado a la hoguera.
    Que suerte tuvo mi padre, que no tenía seguro de hogar.

    ResponderEliminar
  2. Al final, para crecer hay que jugar con fuego...

    ResponderEliminar
  3. Es curioso cómo a veces deseamos caer enfermos o perderlo todo o ser la víctima de una catástrofe... Pensamos que quizá sería más cómodo vivir como víctima que enfrentarnos con el día a día. Por eso, me ha impactado lo que dices:

    "una parte muy remota y desconocida, ha disfrutado con la perspectiva de una cocina en llamas"

    ResponderEliminar
  4. La comodidad puede ser una buena causa... ¿Y la búsqueda de experiencias? Son un alimento necesario en algunas profesiones. Y cuando hay hambre somos capaces de cualquier cosa.

    ResponderEliminar
  5. Después de tu último comentario acabo de darme cuenta que... quemar los barcos y quemar una cocina viene a ser la misma cosa.

    ResponderEliminar