domingo, 30 de septiembre de 2012

Un huracán...

Y cuando Colón vio por fin aparecer la ansiada playa en la lejanía, se percató, al volverse, que el barco en el que llegaba estaba vacío.
La tripulación se había tirado por la borda hacía mucho tiempo.

En aquel momento supo que siempre se sentiría solo... Así fue como descubrió que estaba maldito.







2 comentarios:

  1. Alguien gritó: "¡Eeehh! No estás solo". Era un hombre que se había quedado en la bodega, haciendo su trabajo. Y que se asomaba a la luz después de mucho tiempo.

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  2. Trabajando en la bodega...

    La cabeza se me ha llenado de cadáveres fermentando dentro de barriles de vino.

    Será la fuerza de la costumbre...

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