martes, 14 de septiembre de 2010

Tela, catola

Tira los dados. Sale cara. Estás casado, tres hijos, un trabajo administrativo cualquiera en la ciudad de Toledo. Todos los veranos viajas a Lisboa para visitar a tus suegros. Planeas cambiar de coche, uno más grande. Tu nueva compañera de oficina, la divorciada que va al gimnasio, te enseña el escote en cuanto puede. Tus amigos te arrastran al bar cada viernes para echar la partida. Te gustaría aprender japonés pero no tienes tiempo libre. Lees antes de dormir. Te sientes bien la mayor parte del día.
Tira los dados. Sale negro. Estás en Camboya, trabajando como guía turístico. Todos los veranos regresas a España para visitar a tu padre. Planeas marcharte a Hong Kong a relanzar tu carrera diplomática. Tu novia se ha marchado a recorrer la India en busca de ideas para un comic. Tus amigos han montado una empresa de envasados ecológicos por internet. Te gustaría comprarte un barco pero no tienes dinero. Escribes un diario desde los doce años. Te sientes bien la mayor parte del día.
Tira los dados. Sale pares. Estás arruinado, en tu país te buscan por estafa. Todos los veranos tratas de ver a tu familia a espaldas de la justicia. Planeas reunir una suma de dinero suficiente como para dejar de huir por sudamérica. Tu socio te vendió. Tu abogado insiste en que puede hacer un trato generoso si te entregas y declaras. Te gustaría cambiar de nombre y empezar de nuevo, solo, en Chipre o Panamá. Guardas una carta de despedida en un ejemplar del Conde de Montecristo. Te sientes bien la mayor parte del día.
Tira los dados. Sale rojo. Estás en la cama de un hospital. Todos los veranos haces cosas sin importancia. Planeas si comerás pechuga en vez de merluza. Tu madre te ayuda cada mañana a ducharte. Tus amigos vienen a visitarte todos los jueves, justo antes de ir al cine. Te gustaría poder navegar por internet un rato o jugar al buscaminas. Intentas leer las revistas pero te cansas mucho. Te sientes bien la mayor parte del día.
Tira los dados...

- ¿Qué estás haciendo?- Preguntó el Universo al pequeño jugador.
- Juego con el destino - Respondió el aludido - Juego a cambiarlo...
- No puedes - Sentenció.
- ¿Por qué? - Se sorprendió el pequeño jugador.
El Universo, entonces, sonrió antes de marcharse a dormir.
- Nunca tuviste los dados...

3 comentarios:

  1. Hubiera seguido leyendo el juego de los dados páginas y páginas... En algún momento, el jugador podría trucar los dados para conseguir un doble seis, aunque... ¿para qué? "Te sientes bien la mayor parte del día"

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  2. ¿Un tramposo? Puede que sí... Intentar ganar a toda costa forma parte de la Naturaleza. Interesante partida.

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