Y es que su amante es artista, y como artista (confesé yo) es un ser extraño, inclasificable, incomprensible y problemático; cualidades todas ellas imprescindibles para ejercer honrosamente en el mundo del arte.
A ella tal explicación le trae al pairo, por supuesto, porque lo que verdaderamente desea es que el tipo la haga feliz. Pero si el tipo en cuestión no sabe lo que quiere, no comprende lo que siente o, peor aún, desconoce los significados de las preguntas... ¿Cómo va a comprometer una respuesta?
¿Si no sabes lo que estás buscando, cómo demonios vas a encontrar nada?
Dijo Pablo Ruíz aquello de "yo no busco, encuentro", aludiendo (seguramente) a la inmediatez creativa, a la impronta visual, a la manera en que la composición conquista al ser humano y lo pospone, lo anula, lo convierte en instrumento. A eso se refería o a otra cosa, quien sabe, porque el tipo era artista y de los grandes...

Mi amiga sabía todo esto mucho antes de conocer a su amante. Le advertí, se lo mostré. Pero la tentación de caer en brazos de un artista es demasiado irresistible. El arte huele a densidad ensoñativa, a ingenio espeso y cerebro estimulado. Emana sustancias con partículas vehementes y vapores de carácter, vibra en la proximidad, explota al tocarlo. ¿Quién no querría poseerlo, retenerlo, devorarlo?
¿Quién puede esclavizar a un artista?
Buscábamos preguntas sensatas... ¿Quieres respuestas cristalinas? El artista es esclavo de sus sueños, y se pasa la vida peleándose con el destino para arrancárselos.
Mira a tu amante. Observa cómo, cuánto anhela aquello que imagina tan nítidamente. Lo ama profundamente y sólo ama eso que sueña. ¿Lo amas tú?
Entonces... Que sueñe contigo, entra en su cabeza y comparte su locura; diseña, pinta, maneja sus manos, esboza sus ideas con ayuda de sus dedos. Forma parte de su obra, abandónate y entrégate para siempre a esa incierta utopía. Cede tus prioridades y regala tu alma... Así lo tendrás, así te pertenecerá; transformándote en su puente de salvación, su ángel de la guarda.
¿Que por qué lo digo? ¿Soportarás el secreto?
El artista no ama a sus congéneres... Sólo los necesita.